Según La Organización de La Naciones Unidas para la Alimentación y La Agricultura (FAO), la Agricultura climáticamente inteligente (CSA) persigue tres objetivos principales: el aumento sostenible de la productividad y los ingresos agrícolas, la adaptación y la creación de resiliencia ante el cambio climático y la reducción y/o absorción de gases de efecto invernadero, en la medida de lo posible. En otras palabras, la producción Agrícola debe ser sostenible, debe generar ingresos sin comprometer los recursos para generaciones futuras.
La Agricultura participa con cerca del 20% de las emisiones de CO2 al ambiente, por esta razón es importante enfocar los esfuerzos, desde el sector público y privado, en promover políticas que garanticen la implementación de prácticas sostenibles dentro de los proyectos productivos, como la conservación del suelo, la reducción en el uso de insumos agrícolas, conservación de recursos hídricos, conservación de organismos benéficos y reforestación. Pero además estos proyectos deben estar enfocados en la comunidad y sus individuos, las personas deben mejorar sus condiciones de vida, de salud, de educación, de participación política, económica y cultural. Pero para que la historia este completa, la Agricultura debe ser rentable y generadora de ingresos y riqueza. La Agricultura como una actividad independiente tiene un bajo impacto en el desarrollo y crecimiento regional, esta actividad debe ser integrada y consolidada dentro de la Agroindustria. La producción agrícola, transformación, el procesamiento de productos agrícolas y la comercialización de materias primas o diferentes productos masivos es lo que conocemos como Agroindustria, una actividad que puede generar un gran impacto en el desarrollo de las regiones.
Entonces, creo que es tiempo de empezar a utilizar el término “Agroindustria Climáticamente Inteligente” . Desde una producción agrícola con bajo impacto ambiental, manejo adecuado de los recursos suelo y agua, y bajas emisiones hasta unos procesos de transformación con un plan estratégico para el manejo de residuos, bajas emisiones y un plan de responsabilidad social corporativa que garantice el bienestar de las personas y comunidades.
Anaime, Cajamarca, Tolima, Colombia Junio de 2008
En la Imagen anterior se observa un hermoso paisaje, un cultivo de Arracacha Amarilla, interactuando con un bosque de la tradicional Palma de Cera, normalmente protegida en zonas de parques y reservas naturales. Es muy posible que en esta zona no sea permitido cultivar, sin embargo, existen agricultores grandes y pequeños que han subsistido toda la vida con el cultivo de la Arracacha, muchos de ellos en zonas protegidas. ¿Las zonas protegidas deben ser exclusivamente para la conservación y reforestación? ¿Puede una zona de reserva natural ser productiva y generadora de desarrollo? ¿Puede una interacción como de Arracacha y Palma de Cera, ser un modelo sostenible?
Uno de los objetivos de la Agroindustria Climáticamente Inteligente, es generar desarrollo sostenible, no es imposible producir en una zona de reserva en forma sostenible, los avances tecnológicos de hoy y mañana deben contribuir al diseño de sistemas de producción agroindustrial eficientes y sostenibles que generen riqueza, bienestar y que garanticen la protección del medio ambiente y la comunidad.
Evento Agricultura Climáticamente Inteligente USAID Junio 2024
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